martes, junio 21, 2011

UN SKILYNE DE MI DEPARTAMENTO


Se nota que la ciudad se expande hacia el norte y ha venido devorando a su paso la antigua zona de chacras.
La necesidad de viviendas es un imperativo, donde los movimientos sociales, como Fucvam, jugaron y juegan un papel importante en aportar soluciones, que sin embargo, siempre resultan insuficientes.
Para una ciudad que se jacta de ser la más industrializada del interior del país, las sucesivas crisis no han pasado desapercibidas.
Muchas chimeneas, que como dedos gigantes señalan al cielo, han dejado de hablar en su idioma de humo y progreso.
Pero otras han venido o vendrán a ocupar su lugar.
La ciudad se expande y se despereza hacia el norte.
Dos nuevas torres de apartamentos se levantan hoy y cambian el paisaje de la ciudad.
Varios pisos de cemento y vidrio tapan el horizonte y una tercera, espera su turno para levantarse en pleno centro de la ciudad.
Sanduceros en la diáspora, apuestan a invertir en su tierra el producto del esfuerzo de muchos años de emigrantes.
La ciudad se recuesta y descansa en el Río de los Pájaros pintados, compañero inseparable de sueños y esperanzas, que se renuevan en cada amanecer.
Y es en su puerto donde espera renovar su romance con el río.
Los brazos de hierro de sus grúas, hoy están fuertes, sanos y felices porque volvieron a ser útiles.
Los muelles y sus venas de hierro, esperan ansiosos la llegada del tren, que hace décadas no los visita.
Hacia el norte, el río sabe, que mas abrazos lo esperan.
Cerquita del puente internacional Gral. Artigas, un nuevo muelle esta previsto por Ancap para sacar y recibir la producción de etanol, que luego será utilizado para la mezcla con las naftas.
Cuantas veces ha visto desangrarse al Ancap noveno en la boya que transporta el combustible a la planta de Nuevo Paysandú.
Sabe que a veces, de puro glotón, se llena de arena y piedra y no lo deja pasar.
Pero esta contento, porque las dragas lo vienen sometiendo, desde hace tiempo, a un tratamiento para adelgazar, en los pasos Vera y Almirón.
Las tierras fértiles, el clima privilegiado y la coyuntura internacional de precios para determinados granos, han traído aparejado un aumento considerable de la producción de esta materia prima.
Y esto ha llevado a que las inversiones en silos para su almacenamiento se hayan incrementado en los últimos años y cambien el paisaje de los alrederore de la ciudad,especialmente sobre la ruta 3, que corre paralela al este de la ciudad.
Una condición que Paysandú sabiamente previó hace muchos años, con la construcción del denominado trébol, evitando que la ruta atravesara la ciudad como es común en varias partes del país.
Una zona elegida por las clases medias altas y altas para erigir sus viviendas, que ofrecen un paisaje sofisticado y de arquitecturas modernas e innovadoras.
Es inevitable no verse reflejado en los espejos de agua, de las señoriales piscinas, cuando se sobrevuela la zona.
Se expande hacia el norte tomando como eje la ruta 3,que se deja acompañar por la vía férrea, pasa por las canteras de Ancap,donde según los técnicos del ente hay reservas de calizas para mas de 100 años.
En Quebracho vuelve a soñar con progreso y se viste de gala para recibir al turista en las Termas de Guaviyú.
Sueña con hoteles 4 estrellas y apuesta a la radicación de privados con la venta de lotes en el predio termal.
Sabe de la responsabilidad que le cabe, en el cuidado del segundo reservorio de agua dulce del mundo, el acuífero Guaraní, el mismo que le ofrece, generosamente, las cálidas y sanadoras aguas termales.
Se proyecta en Chapicuy con la producción de uno de los mejores arándanos del Uruguay, justo frente a la Meseta de Artigas, donde el héroe nos legó la orientalidad y transformo al lugar en la capital de los pueblos libres.
Las palmeras Yatay-butiá, únicas en el mundo, nos acompañan por kilómetros y kilómetros hasta perderse en el horizonte.
Extiende sus brazos hacia el este y sienta las bases, hace décadas, de una de las primeras experiencias de forestación en el país, en la zona de Piedras Coloradas, hoy una incipiente industria que aporta desarrollo al departamento y al país.
Sorprende al viajero que la recorre por la ruta 90 “De los Charruas” con las únicas termas de agua salobre del cono sur-. También aquí las venas de hierro la acompañan, se acarician a veces y se mezclan en otras como si de un abrazo de tratara.
Sabe que el desarrollo al que aspira las necesita a las dos.
Y es en las Termas de Almirón donde se deja seducir con proyectos de hoteles y centros de salud de alta gama internacional.
Y en Guichón, la segunda ciudad del departamento, construye hoy un laboratorio de alta tecnología, para la producción forestal, que dará trabajo a cientos de lugareños y aportará valor agregado al esfuerzo de los sanduceros.
Apuesta hace muchos años a la producción citrícola y construye el complejo más avanzado del país en Gallinal, al Noreste del departamento y se convierte en el principal exportador de cítricos del Uruguay.
Se ríe cuando a sus vecinos y rivales de siempre le llaman “naranjeros”.

Sabe que su linaje de heroica le dará el valor para buscar nuevos horizontes de desarrollo y progreso para sus hijos.

Y sueña, se recuesta al río, devora verdes y se despereza.














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